Por Mitsubishi Motors |
Conducir no es necesariamente una de las actividades más baratas. Entre la compra de un vehículo propio, el mantenimiento y el seguro, puede ser suficiente para que a algunos les tome tiempo dar ese importante paso en sus vidas, que sin duda les ofrece increíbles beneficios.
Elegir bien el seguro puede ayudar mucho, y siempre se puede practicar una conducción segura, así como tomar ciertas medidas de precaución que minimicen los costos de mantenimiento, pero algunos gastos, como la gasolina, son más difíciles de controlar.
El precio de la gasolina fluctúa con regularidad, y la subida, bajada y cuando sucederá está fuera de tus manos. Una alternativa puede ser optar por comprar un modelo de menor consumo para ahorrarte algunos viajes a una estación de servicio, o incluso tomar medidas para ahorrar dinero en gasolina, pero los precios en sí mismos están fuera de tu control.
Y ¿Qué es lo que hace que el precio del combustible suba? Hay varios factores que pueden hacer que los precios fluctúen, desde las condiciones del mercado hasta factores gubernamentales como los impuestos, y la mayoría de las veces están todos en juego simultáneamente, haciendo que el precio suba y baje.
A continuación, te invitamos a conocer los factores más importantes en la variación del precio de este importante componente.
Tabla de Contenidos:
La oferta y la demanda afecta a todo lo que se compra y se vende en cualquier lugar. Es posible que no pensemos comúnmente que una necesidad como el combustible está controlada por la demanda del mismo modo que un bien de consumo, pero los principios básicos son los mismos.
La oferta y la demanda explican en gran medida por qué el precio de la gasolina es más alto este año.
Durante la pandemia, los cierres provocaron que las personas dejaran de salir de casa y visitaran diferentes lugares, lo que significa que la demanda del petróleo cayó. En respuesta, se produjo menos. Cuando la demanda volvió a aumentar después de que las restricciones de los cierres disminuyeran, no hubo suficiente oferta para satisfacerla, lo que provocó un aumento en los precios.
No todo el petróleo crudo es igual, y algunos cuestan más de refinar que otros. Algunas regiones son también más caras para transportar ese petróleo, lo que da lugar a disparidades en los costos de refinado. En última instancia, estos costos varían según los tipos de petróleo que se refinan, la región desde la que se transportan y la temporada en la que se transportan.
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El precio en una gasolinera concreta depende de numerosos factores, y uno de ellos es simplemente la estación de servicio. Como cualquier producto, el precio de la gasolina puede verse afectado por el lugar donde se vende. Por ejemplo, la demanda en ciertas ciudades puede ser mayor, lo que puede incrementar su precio en esa zona.
Algunas marcas de estaciones de servicio también son propiedad directa de refinadores que pueden producir su propio producto, mientras que otras tienen que comprar sus existencias y revenderlas.
Cada país tiene diferentes impuestos, por lo que el precio de la gasolina suele variar también en función de la ubicación. Algunos pueden establecer impuestos sobre la gasolina con el fin de fomentar las prácticas ecológicas y desalentar el uso excesivo de la gasolina, mientras que otros adoptan un enfoque diferente.
Como es de esperar, los impuestos más altos conducen a precios más altos de la gasolina, y viceversa.
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Las interrupciones en la distribución del petróleo crean disparidades en la oferta, ya que no se suministra la cantidad de gasolina prevista. Puede ser cualquier cosa que se interponga en el flujo previsto de perforación, refinado y distribución. Las guerras, las catástrofes naturales y otros accidentes pueden crear estas brechas. Estas interrupciones suelen hacer subir el precio.
Los operadores de materias primas compran contratos de futuros sobre diversas materias primas (desde el trigo hasta el gas) y luego venden esos contratos para obtener beneficios. Es como comprar acciones de una empresa en el mercado de valores, salvo que, en lugar de acciones, se trata de un producto real que se llevará al mercado y se venderá.
Los operadores ganan dinero proyectando los precios, comprando a la baja y vendiendo al alza. Así, si un comerciante de materias primas comprara un contrato de futuros sobre la gasolina, querría que esa gasolina valiera más dinero en el futuro. La puja entre comerciantes por esa gasolina puede hacer que su precio real suba.
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Cuando el valor del dólar disminuye, también lo hace el beneficio obtenido por quien vende productos a cambio de dólares. Para compensar, los productores responderán a la disminución del valor del dólar subiendo los precios. Esto es cierto en cualquier industria, y el sector de los combustibles no es una excepción. Si la inflación aumenta, es de esperar que los precios de la gasolina también lo hagan.
Entonces, ¿por qué sube el precio de la gasolina? Sencillamente, por todo lo anterior. Muchos de los factores mencionados anteriormente juegan entre sí, como la interrupción de la distribución y el suministro, y todos ellos influyen siempre en el precio, ya sea negativa o positivamente.
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