Si estás en proceso de adquirir una nueva camioneta es probable que hayas encontrado diversos vehículos modernos equipados con una caja de cambios CVT o también conocida como transmisión variable continua. Se trata de un tipo de transmisión que debes tener en cuenta y cuyo funcionamiento será primordial conocer para tomar una decisión definitiva.
Antes de explicarte en qué consiste, Mitsubishi Motors te invita a conocer un poco sobre los inicios de este importante componente de los vehículos:
Tabla de Contenidos:
Desarrollo e historia del CVT
Aunque la transmisión CVT se ha hecho muy popular en los últimos años, la idea ha estado presente desde hace varios siglos. El primer borrador fue hecho por Leonardo Da Vinci en 1490. Luego, sería patentado por Diamler y Benz en 1886. En 1910, Zenit motorcycles construiría una bicicleta V2 que implementó el diseño CVT y fue tan exitoso que fue prohibido de las competiciones de escalado de colinas de la época.
A finales de los ochentas, una importante marca automovilística lanzó la primera producción de autos en utilizar el sistema CVT. Fue lanzado en Tokio y poco tiempo después llegaría a los Estados Unidos. Hoy, la mayoría de empresas fabricantes ofrecen al menos un modelo con una transmisión continua.
¿Qué es CVT?
CVT significa transmisión variable continua, la cual es diferente de la transmisión automática convencional. La versión automática estándar cuenta con una serie compleja de marchas que transmiten la potencia del motor a las ruedas.
Por otro lado, CVT, no tiene engranajes. Cuenta con un par de poleas de ancho variable, conectadas por una correa. Una polea está conectada al motor, las otras a las ruedas.
Debido a que el ancho es variable, este cambiará dependiendo de cuánta energía necesite el auto. Es aquí donde nace el término “transmisión variable continua”.
CVT también trabaja un poco diferente a una transmisión convencional. Hasta cierto punto, se podrá operar normalmente, deslizando la palanca de cambios de la posición estacionar a manejar. A partir de ahí las cosas se pueden volver un poco más complejas.
Con una transmisión convencional, hay un número fijo de marchas, por lo que podrías observar a un vehículo como uno automático de 6 velocidades. Cada uno de estos mecanismos se acomoda a cierto rango de velocidad, así que, cada vez que la incrementes, el auto automáticamente cambiará de primera marcha a segunda, e incluso a tercera.
Sin embargo, con una transmisión variable continua no tienes todos estos cambios. Solo tendrás uno. A diferencia de los cambios individuales en una transmisión convencional, este puede controlar todas las velocidades. Es por ello que se le conoce como variable.
Te puede interesar: ¿Qué es y cómo funciona el sistema de frenos ABS?
La conexión con Leonardo Da Vinci
Sorpresivamente, CVT, no es una idea nueva. En el siglo XVI, Leonardo Da Vinci realizó un boceto que al parecer describe esta tecnología. Una versión temprana de CVT fue un componente del primer automóvil, patentado por Karl Benz en 1886.
Aunque estas transmisiones cayeron en desuso en el sector automotriz han sido ampliamente usadas por más de un siglo en aplicaciones industriales, por ejemplo, taladros y tornos y recientemente en motos acuáticas y motos de nieve.
CVT regresó a la industria automovilística cuando los fabricantes empezaron a buscar maneras de incrementar la eficiencia del combustible. En 1989, una marca del sector introdujo la primera caja de cambios CVT en los Estados Unidos. Posteriormente, otras empresas empezarían a desarrollar su propio CVT en los años noventa.
Desde entonces, la introducción de materiales mejorados tales como cinturones de gran fuerza, hidráulica avanzada y sensores de alta velocidad y microprocesadores, han sido responsables por el crecimiento del CVT en la industria automotriz. Nuevos materiales y otras innovaciones han hecho posible diseñar un CVT pequeño, relativamente de bajo costo y que ofrece de manera fiable, valiosas mejoras en el consumo del combustible.
¿Qué tan valiosa es la caja de cambios CVT?
El valor de CVT no solo recae en su eficiencia sino también en su simplicidad. Tiene pocos componentes comparado a una transmisión automática tradicional, la cual puede contener cientos de piezas móviles. Los componentes típicos del CVT incluyen un cinturón de alta resistencia, una polea accionada hidráulicamente, una polea mecánica con sensor de par y un conjunto de sensores y microprocesadores.
Debido a la simplicidad de su diseño, CVT ofrece una cantidad de ventajas sobre la transmisión automática tradicional. Además del ahorro de combustible y la reducción en los costos de manufactura, ofrecen una aceleración estable, un funcionamiento fluido y la habilidad de adaptarse a variedades de caminos y demandas de energía para proveer una conducción más suave en general.
Ahora que conoces un poco más sobre el funcionamiento de la caja de cambios CVT, te invitamos a descubrir nuestra increíble gama de vehículos. ¡Si deseas adquirir una de nuestras camionetas #libredeetiquetas, revisa nuestras principales promociones!