Por Mitsubishi Motors |
Un auto es un complejo sistema de piezas, que funcionan conjuntamente para garantizar una conducción segura y satisfactoria. Pero no importa que tan costoso o bien diseñado esté, debes darle mantenimiento si quieres que el rendimiento se mantenga constante, cada vez que te encuentres en una avenida importante.
Es mucho trabajo revisar cada centímetro de tu camioneta nueva, y muchas de sus características requieren un equipo especializado para inspeccionarlas. Sin embargo, hay componentes que puedes revisar fácilmente. Trátalo como tu propia forma de prevenir los contratiempos, ya sea que estés conduciendo a sólo cinco cuadras de distancia o en un viaje de fin de semana fuera de la ciudad.
A continuación, te invitamos a conocer qué partes de tu auto puedes revisar regularmente sin necesidad de ser un especialista.
Tabla de Contenidos:
Se trata del principal componente de tu camioneta que tiene contacto con la carretera, así que es importante asegurarse de que están en la mejor forma posible.
Los neumáticos poco inflados aumentan el consumo de combustible, mientras que los inflados en exceso reducen la tracción e incluso pueden reventarse a altas velocidades. Usa la presión de los neumáticos recomendada por el fabricante y compruébala por la mañana cuando la temperatura del vehículo sea menor.
Las bandas de rodadura de los neumáticos también son importantes ya que mantienen el agarre en ciertos escenarios de conducción. Puedes comprobar la profundidad de la banda de rodadura colocando una moneda pequeña a lo largo de uno de los surcos. Si la parte superior del diseño de la moneda todavía se puede ver dentro del surco, es hora de adquirir un neumático nuevo.
Los frenos de una camioneta reducen su movimiento a través de las pastillas de freno. Las pastillas nuevas son gruesas, pero con el tiempo se desgastan como cualquier otro componente. Las pastillas finas o completamente desgastadas comprometen la capacidad del vehículo para detenerse con seguridad.
Las pastillas de freno son visibles a través de las llantas de aleación, así que es fácil controlar el desgaste progresivo. Además, hay que tener cuidado con los sonidos extraños del vehículo cada vez que se pisa el pedal del freno, y ver si el auto tarda más tiempo de lo habitual en frenar.
El aceite es el componente vital del motor de una camioneta, lubrica las piezas metálicas que son sometidas a altas temperaturas y a un gran estrés. El grosor o la viscosidad del aceite del motor, le ayuda a soportar la fricción de las superficies metálicas, las cuales se rozan entre sí a alta velocidad.
Con el tiempo, esta viscosidad se reduce, ya que el aceite se mezcla con otros componentes. Cuando el aceite ya no es eficaz para mantener lubricadas las superficies metálicas, la fricción resultante reduce la eficiencia del motor.
La forma más fácil de controlar el estado del aceite del motor es utilizar una varilla de medición, ubicada cerca del tapón de llenado de aceite. La varilla no sólo muestra el nivel sino también el color, que debe ser marrón o negro. Un tono lechoso podría indicar que el refrigerante se está filtrando.
Se trata de otro fluido que juega un papel importante en el sistema de refrigeración de una camioneta. Regula la temperatura del motor y lleva el calor del núcleo de este y lo descarga en los tubos del radiador, antes de volver a circular por el motor.
Como el motor funciona por combustión, la falta de refrigerante elevará drásticamente su temperatura y puede provocar una falla.
El refrigerante es alimentado por el radiador a través de un tanque separado en el compartimento del motor, llamado depósito de refrigerante. Comprueba periódicamente el nivel de refrigerante a través de las marcas del depósito, asegúrate de que no caiga por debajo de la marca de la mitad.
Además, si el aire acondicionado del auto deja de enfriarse repentinamente incluso con el termostato activado, podría ser una señal de que el radiador se ha quedado sin refrigerante.
Los filtros de aire son los pulmones de un vehículo, limpiando el aire que el motor respira para ayudar a la combustión atrapando la suciedad, los insectos y otros contaminantes potenciales. Un filtro de aire sucio u obstruido interfiere con el proceso de combustión, lo que resulta en un mayor consumo de combustible y una disminución de la potencia o, peor aún, en un motor parado.
El filtro está alojado en una caja colectora de aire frío, cerca de uno de los guardabarros o del cortafuegos del motor. Abre la caja y saca el filtro, sosteniéndolo hacia arriba a la luz del sol o a cualquier fuente de luz fuerte.
El paso de la luz significa que el filtro sigue limpio, pero si la suciedad no se sacude incluso después de que el filtro se haya caído varias veces, debe ser reemplazado.
Las mangueras permiten que los líquidos vitales como el lubricante, el refrigerante y el líquido de frenos pasen fácilmente y realicen funciones vitales. Dado que las mangueras están frecuentemente ubicadas en lugares de difícil acceso, las abrazaderas mantienen las mangueras en su lugar para evitar que se agiten.
Revisa para identificar signos de fragilidad, grietas o hinchazón; cualquier de estos pueden resultar en fugas si es que las mangueras no son reemplazadas. Las pinzas también deben ser inspeccionadas y ajustadas en caso de ser necesario.
La batería es el corazón del sistema eléctrico de un auto, potencia el encendido de las luces, del aire acondicionado y del sistema de entretenimiento.
Síntomas de una batería en mal estado incluyen un arranque lento, luces tenues y la luz de advertencia encendida en el panel de instrumentos. También puedes revisar el voltaje restante de la batería usando un voltímetro. Otro aspecto importante a tener en cuenta es la limpieza de los terminales para evitar la corrosión ya que esto interfiere con la conductividad eléctrica.
Ahora que sabes qué partes de un auto revisar regularmente te invitamos a descubrir nuestra increíble gama de vehículos. ¡Si deseas comprar una de las camionetas que tenemos para ofrecerte, revisa nuestras principales promociones!