Por Mitsubishi Motors |
Cuando se trata de baterías para autos, existen tres tipos que debes conocer si estás interesado en comprar una camioneta. Se trata de la AGM, las de gel y las llamadas baterías de celdas húmedas.
A continuación, en Mitsubishi Motors te invitamos a conocer estos populares tipos de baterías.
Tabla de Contenidos:
Las AGM son baterías de fibra de vidrio absorbente. Se consideran la mayor innovación en lo que respecta a las baterías hechas en base a ácido.
Utilizan un separador que viene con fibra de vidrio. Esto se ubica entre las envolturas y las placas. La acción de esto mantiene con éxito los electrolitos en su lugar.
Este tipo de batería combina con éxito fibra de vidrio, placas de plomo, fibras de separación y electrolitos todo en un pequeño paquete.
Estas baterías son capaces de crear el “vínculo especial” usando la acción capilar. El efecto es similar a cómo el agua puede entrar en una toalla que sólo está parcialmente sumergida. Esta acción mantiene el líquido dentro. Esto hace que las baterías AGM sean prácticamente a prueba de derrames.
Debido al diseño del embalaje hermético de la batería AGM, es resistente a los impactos, y también tiene la menor resistencia interna. Cuanto menor sea la resistencia interna de una batería, mayor será su voltaje de salida. Esto significa que requiere menos tiempo de carga. También se jacta de reducir pérdidas en lo relacionado al calor.
De la misma manera las baterías AGM también están libres de mantenimiento. Las premium reutilizan los gases liberados internamente y los devuelven al componente líquido. Esta es la recombinación responsable de la característica libre de mantenimiento de la AGM.
No hay fugas, y no hay corrosión en ningún lugar. Lo único que tendrás que hacer es enchufar la batería y listo.
En la actualidad, este tipo de baterías son las más comunes en el mercado.
Varían mucho en términos de tamaño y formas. Esto se debe a sus diversas aplicaciones en diferentes industrias. Al igual que las baterías AGM de las que hablamos antes, estas también usan placas de plomo. Aparte de eso, tienen separadores de placas así como un electrolito de ácido sulfúrico. Y no suelen estar selladas.
Tampoco son capaces de recombinar los gases con los líquidos internamente. En vez de ello, los gases son ventilados en el ambiente circundante. También utiliza los mismos ventiladores para dejar fluir el ácido, el vapor y la condensación. Estas baterías requieren procedimientos de mantenimiento de vez en cuando.
Este tipo de baterías necesitan agua para reponer sus electrolitos. Si no se revisan, pueden corroerse y fallar. Por otro lado, son muy fiables en cuanto a la capacidad de carga. Sin embargo, también requieren un poco más de trabajo.
A pesar de ello cuentan con una resistencia bastante alta.
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Las baterías de gel se parecen a las baterías AGM porque también están selladas. Sin embargo, las dos baterías son completamente diferentes.
Las baterías tipo gel utilizan sílice. Esto es capaz de convertir el ácido sulfúrico de la batería en un material gelatinoso. Este es el mismo componente que se usa como electrolito de la batería.
Hay que tomar precauciones al manipular las baterías de gel. No deben estar expuestos a situaciones en las que haya un alto grado de deterioro. Si por casualidad expones la sustancia gelatinosa a este tipo de escenario, terminarás “cicatrizando” el gel en su interior. El resultado final serán espacios y bolsas que no querrás en él.
Estas bolsas aparentemente inofensivas pueden permitir que las placas se corroan y eventualmente, causar una falla prematura. La información vital que hay que tener en cuenta sobre las baterías de gel es que no deben ser usadas para una descarga o carga rápida. Comparado con las baterías de celdas húmedas, la construcción interna de las de gel es un poco más fuerte.
Las baterías AGM tienen una alfombrilla única diseñada para mantener los electrolitos dentro de la batería pero entre las placas. Estas baterías también se reconocen como baterías VRLA o SLA. VRLA son las siglas en inglés de ácido de plomo regulado por válvulas. SLA, por otro lado, significa ácido de plomo sellado.
Aunque las baterías de gel también son baterías de plomo, están construidas con electrolitos de gel. Esto se mezcla con el sílice y el ácido sulfúrico. Comparadas con las baterías AGM, las baterías de tipo gel contienen una menor cantidad de ácido.
Ambas baterías también se consideran seguras. La alfombra de vidrio que absorbe el ácido en las baterías de AGM evita que este componente se derrame. Las baterías de gel, por otro lado, tienen un material más sólido en su interior. La solución de gel dentro de estas baterías prácticamente hace imposible que se derrame el ácido.
La esperanza o ciclo de vida de una batería se puede medir por la cantidad de veces que se descarga y se recarga.
Las baterías AGM no deberían descargarse más allá del 50 por ciento. Pero está bien si sólo lo haces ocasionalmente. Si se hace regularmente, puede disminuir la vida útil de la batería.
Las baterías de gel pueden descargarse hasta un 90 por ciento. Si descargas a menudo tu batería de gel al 30 por ciento, esto le dará 2.600 ciclos. En el mismo escenario, las baterías AGM sólo te darán 1.200 ciclos.
Recuerda que puedes aprender a cargar la batería de un auto con las consejos que te brindamos en uno de nuestros post anteriores.
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